RAMÓN SIJÉ
(por Vicente Ramos)
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Nacido en Orihuela el 16 de noviembre de 1913, José Marín Gutiérrez (Ramón Sijé en la literatura) fue un escritor de auténticos trazos geniales y un hombre excepcional, cuya brevísima existencia finalizó el 24 de diciembre de 1935.
Durante aquel vivir de tan sólo veintidós años, Ramón Sijé alcanzó el título de Bachiller Universitario con Premio Extraordinario (1930) y la Licenciatura de Derecho también con Premio Extraordinario en 1935.
Su retrato lo trazó el médico y escritor oriolano José María Ballesteros: “Corto de talla, delgado de cuerpo, su cara casi un carbón. Ojos grandes, brillantes y negros manifiestan los destellos de una inteligencia clara y sumamente viva. Bengala le llaman; pero no por ser luz ligera y momentánea, sino por el brillo y resplandor de la luz de su intelecto”
Su primer artículo, a los doce años de edad, titulado España, la de las gestas heroicas, aparece el 31 de marzo de 1926 en la revista madrileña Héroes, y es una exaltación del famoso vuelo transoceánico del Plus Ultra.
Entre 1928 y 1931 colabora brillantemente en publicaciones locales y en las madrileñas Cruz y Raya y El Sol y entabla íntima amistad con el poeta Miguel Hernández.
En 1932 organiza y protagoniza en Orihuela un homenaje a Gabriel Miró, sobre el que pronuncia una conferencia –Oleza, pasional natividad estética de Gabriel Miró– en la Universidad Popular de Cartagena y, dos años más tarde y en el Ateneo lucentino, diserta sobre El sentido de la danza.
En este año de 1934 Sijé publica la importantísima revista El Gallo Crisis adscrita al neotomismo de Maritain, propulsor de una metafísica cristiana de predominio ontológico.
Para Ramón Sijé, la plenitud en lo humano se alcanza mediante un retorno a lo clásico, marginando el “laberinto selvático del romanticismo”, y una vuelta al cristianismo paulino.
El 24 de diciembre de 1935, José Marín Gutiérrez fallece, y, pocos días después -el 10 de enero de 1936-, Miguel Hernández escribe a su memoria una de las elegías más importantes de toda la literatura española con la siguiente dedicatoria: “En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como el rayo Ramón Sijé, con quien tanto quería.”
Recordemos de la misma algunos versos:
“Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.”
Etc.
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