Haces de cristal de estrellas,
-me ha dicho la luz del alba-
vienen, poniendo en el cielo
itinerarios de plata;
bordan pañales de bruma
con diamantes y esmeraldas
y, argenteando un pesebre,
pintan fulgor en su paja…
Monte abajo se aproximan,
-me ha dicho una brisa blanda-
entre un encaje de ensueño,
como un susurro de alas,
tres caballos azabache
con palafreneros malva,
tres escuderos de bronce
con tres camellos de nácar
y Tres Reyes, sustentando
una ilusión en sus almas…
Monte abajo se aproximan,
y el horizonte, hecho un ascua,
perfila sus siluetas
con perlas de gotas claras…
Azul, de azules reflejos,
verde, de verde esmeralda,
blanco, de blanco de luna,
rosa, de rosas de alba,
les van diciendo a la Estrella
de un Dios nacido entre pajas…
(En las praderas del cielo
pacen nubecicas blancas…)
Me han dicho las altas cimas
y las profundas gargantas,
el río, de cristal de espejo,
y el pastorcillo,… y la escarcha,
y el molino…, y la palmera…,
y la noria…, y la muralla:
“El Rey Melchor lleva oro
en cofrecillo de plata;
lleva el Rey Gaspar incienso,
-euritmia de niebla blanca-,
y mirra, el Rey Baltasar
en un pomo de esmeralda”.
Me han dicho la luz y el viento,
en susurros sin palabras,
que van rezando ilusiones
y van cantando plegarias,
que llevan leguas de arena
prendidas en sus sandalias
Arena de los desiertos
que cruzaron, en la saga
que comenzó en una Estrella
y terminó ante las pajas
de un pesebre donde Dios,
milagro de amor sin pausa,
se hizo niño, en una Virgen,
desde siempre inmaculada.
(Belén pone, en el paisaje,
una blancura de casas
y se estremece, en el iris
de La Estrella vuelta brasa)
Es una gruta, palacio,
trono y dosel, una cuadra.
Ante los Tres Reyes Magos,
el Niño Dios bate palmas,
la Madre-Virgen sonríe,
San José les da las gracias
y cien ángeles chiquitos,
-destellos de nubes blancas
entre retazos de bruma-,
Los Tres Reyes Magos tienen
ilusiones en sus almas
y, aún hoy, las vienen sembrando,
-misterio de madrugada-,
en los zapaticos niños
que esperan en las ventanas.
Haces de cristal de estrellas,
me ha dicho una brisa plácida,
van conduciendo a los Reyes
hacia Dios por la montaña…
Azul, de azules reflejos,
verde, de verde esmeralda…
¡Un contraluz de horizonte
perfila la Cabalgata!