Yo, que guardo en mi pecho los lejanos
recuerdos de mi infancia, -luz y seda,
risa, ilusiones. Mariposa y rueda,
caballos de cartón, trenes. Mecanos…-
Yo, que vivo encerrado en los secanos
de mi torre de prisa y polvoreda,
sin una rosa de ilusión, que pueda
dar su color al sepia de mis llanos…
Yo, que miro crecer mi sementera
soñando la perdida primavera
que dejé atrás, mis rumbos al garete,
coloco mi zapato en la ventana
por si queréis poner en mi mañana
el colorido alegre de un juguete.