Aun quiero acariciar aquellos días
cuyo recuerdo brilla en la distancia
y poder regresar, gozosamente,
a los lugares del amor soñado,
hasta la inmediatez de aquella boca
que encendí con mis labios tantas veces,
a aquel cuerpo, de juncos y de nácar,
que, apasionado, tuve entre mis brazos,
a aquel instante de mi vida joven
lleno de tantos sueños de futuro
y…
Sigo aquí, sumido en la penumbra
de un presente sin prisas y sin pausa,
constantemente gris, sin horizontes.
Estoy necesitando más que nunca
revivir los momentos transcurridos,
que un nuevo sol alumbre mi poniente
y me dé su calor y su alegría,
disipando también, al mismo tiempo,
las sombras impalpables que me envuelven…
¡Si pudiera volver sobre mis pasos
y comenzar de nuevo…!
¡Si pudiera!