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Vicente Esteve

   AL HABLA CON...
DIEGO SOLER CASCALES
(por Vicente Esteve)

- “Tengo que pedir disculpas por no conoceros a casi ninguno por el nombre debido a que he venido poco por la Asociación en Alicante, pero a partir de ahora nos veremos con más frecuencia. Me pongo a vuestra disposición para lo que os haga falta”.

Quién así se expresaba en la reunión de la Junta Directiva celebrada el pasado día 16 de junio, es el nuevo Vicepresidente 1º residente en Murcia y que sustituye a Pepe Cava por haber finalizado su mandato. Como se puso a nuestra disposición aproveché, nada más acabar la reunión, para concertar una cita y a los pocos días se presentó en nuestro local.

Queremos conocerte. ¿Quién es Diego Soler?
–Un murciano que el pasado 20 de abril cumplió setenta primaveras, casado -va para 42 años- con Julia Carrillo López y con un hijo de 25 años que ya se ha independizado. Soy el mediano de mi familia, con una hermana mayor y un hermano más pequeño, todos residentes en Murcia capital. Estudié en la Escuela de Comercio el Peritaje Mercantil y cuando estaba en 2º curso de Profesor Mercantil se me brindó la oportunidad de entrar en la CASE. Lo acabé compaginando trabajo y estudio. Por aquella época frecuentaba las actividades que se hacían en CRAO (Obra Artístico Recreativo Cultural) de las Juventudes de Acción Católica, y allí recibí “calabazas” de mi actual esposa en varias tentativas hasta que me aceptó y, después de 3 años de relaciones, nos casamos. Entré a trabajar de “becario” el 18 de septiembre de 1957 y mi primer sueldo recuerdo que fue de 82,25 pesetas. Fui destinado a la oficina Principal de Murcia, que por aquellos tiempos estaba ubicada en la calle Vara de Rey, en un edificio precioso, un chalet que perteneció, según creo, a una familia filipina y que fue derruido para edificar en su solar un edificio de pisos horroroso. Hoy día no se hubiera derribado. Mis 38 años de vida laboral los realicé prácticamente en esta oficina, excepto cuando se creó la Cámara de Compensación Bancaria, de la que me hice cargo durante 9 años. También estuve unos 3 años por urbanas de Murcia hasta que volví a la Principal donde me llegó la prejubilación. 

Tengo que destacar que, junto con otros dos compañeros, formamos un equipo de recogida de moneda extranjera en todas las oficinas de la Territorial en las que había un gran potencial de clientes emigrantes, especialmente en Francia. Hoy sería una locura pensar en lo que hacíamos, pues había días, sin citar cantidades, que veníamos “forraos”.

Tenía una clientela femenina entrada en años: la más joven tendría 80 años; me eran muy fieles, quizá por mi paciencia en atenderlas y escucharlas. Cuando me prejubilé, una de ellas me dijo que qué iba a ser de ella, a lo que le contesté que la seguiría atendiendo como si estuviera en activo, y a otra, que no tiene ningún familiar, suelo visitarla de vez en cuando en la residencia donde está acogida.

Y la prejubilación ¿cómo llegó?
Pues la verdad es que nunca llegó la notificación. Te explico: en la primera oferta que salió en 1993, se hizo por dos años, hubo algún retraso en enviarme la notificación, aún la estoy esperando, pero ante mi insistencia se personó el Director de Zona y me preguntó si era mi propósito firme el de prejubilarme. Le contesté, sin dudar, después de aclararle algunas situaciones, que sí. Y me marché.

Y ahora ¿qué haces, a qué te dedicas, cómo es un día normal en tu vida?
Hubo un tiempo que me dediqué a la pintura, no a pintar, sino a visitar museos, exposiciones y comprar algún cuadro. Durante veinte años estuve comprando emisiones de sellos y hace unos cuantos los empaqueté y subí al trastero, por una reforma que hice en la casa, y todavía están esperando bajar. Lo cierto es que cuando uno se prejubila, o jubila, cada vez dispone de menos tiempo libre. Mi mujer dice que me gusta guardar cosas viejas, pero yo digo que son cosas antiguas. Me entretengo bastante en verano haciendo bricolaje con las cosas del chalet y es el tiempo que leo los tres o cuatro libros que caen en mis manos ya que el resto del año la lectura no me atrae. Desde hace unos años, junto con mi esposa, nos suscribimos al Ciclo Sinfónico que organiza el Auditorio de Música y Congresos de Murcia. La música clásica nunca me atrajo mucho, p
ero como a Julia siempre le había gustado, accedí a acompañarla y de hecho me he convertido en un gran aficionado. Te diré que a los pocos días de prejubilarme me hice cargo de la secretaría del Centro de Estudios Universitarios, diplomatura y licenciatura en Ciencias Religiosas, ubicado en el Seminario Diocesano de Murcia y cuya sede central está en Madrid. Fue una experiencia extraordinaria, pues tuve que empezar de cero y crear toda la infraestructura necesaria sin tener mucha idea en este campo. Muy interesante también fue el trato con los alumnos, personas universitarias adultas, muy distintas a lo que había tratado hasta entonces. Ahora me levanto entre las ocho y las nueve, según el día. Desayuno con mi mujer y me desplazo, dando el paseo de la mañana, al local del Club CAM o al centro de acogida de la Asociación Jesús Abandonado. Por la tarde echo la siesta, para mí esto es sagrado, y luego salgo a pasear, de compras con Julia, vamos al cine, nos vemos con la familia, los amigos y frecuentamos el local del Movimiento Familiar Cristiano donde nos reunimos por grupos y realizamos actividades. Y de salir al extranjero, qué. Pues sí, siempre nos ha gustado viajar y lo hicimos cuando pudimos ahorrar para este fin. Especialmente recuerdo el que hicimos a Rusia, en agosto de 1980, mes siguiente a los Juegos Olímpicos. Iniciamos el viaje en Polonia donde tuvimos el primer contratiempo. En aquella época llevaba barba, pero en el pasaporte, que lo había hecho cuatro años antes, la foto no tenía barba y el policía soviético del aeropuerto se empeñó en que me tenía que afeitar y, tras una lucha de señas y mimos, cedió y me dejó pasar. El control a los turistas era excesivo, estábamos vigilados constantemente.

Cuéntanos algún recuerdo:
Cuando tenía 6 ó 7 años me sorprendió el regalo de los Reyes Magos. Me pusieron una figura de Cantinflas, de cartón, de más de un metro de altura y con la boca muy grande, que ejercía la función de tragabolas. Nunca lo olvidaré. También mi padre, en uno de sus viajes a Madrid, me trajo dos raquetas de tenis. La calle en que vivíamos era de tierra y el equipo para jugar era de cuatro amigos, dos que mantenían la cuerda a lo ancho de la calle, y otro y yo que éramos los jugadores. Cuando venía un vehículo, de tracción mecánica o animal, se bajaba la cuerda y cuando pasaba se subía y continuaba la partida. También recuerdo las grandes riadas, que acaecían principalmente en otoño. Nosotros vivíamos en un bajo de la calle Ricardo Gil, barrio del Carmen, al otro lado del puente, y en varias ocasiones entró en mi casa más de medio metro de agua, ¡qué tiempos aquellos! Ni mejores ni peores. Distintos.

¿Te suena la Asociación de Voluntarios CAM?
La conozco por su labor en Murcia, con Gloria Abellán al frente, y en Alicante me parece estupenda la acción de Despensa Solidaria que espero sea un éxito. Yo estoy implicado en la Fundación Jesús Abandonado que se dedica a la atención de personas en desarraigo social, sin familia y sin recursos tanto inmigrantes como nacionales. Mi misión, aparte de ser patrono del órgano de gobierno de la fundación, es colaborar en determinadas tareas de las que se realizan en los centros. Voluntarios CAM ha colaborado con nosotros haciéndonos entrega de varios lotes de alimentos. Será mi percepción, pero creo que en tiempos de crisis todos somos un poco más solidarios. 

  

Y para acabar ¿qué tal con tu nuevo cargo?
Todavía estoy recibiendo instrucciones de Pepe Cava, mi antecesor; poco a poco, pero ya  estoy preparando el próximo Foro de Debate que se celebrará en Murcia en el mes de Noviembre, poniéndome en contacto con el ponente. No me planteo de momento nada para el futuro. Con lo que llevo tengo bastante ahora. Conforme vengan las cosas así actuaremos, pues siempre pasa que algún sueño no llega a realizarse, pero al contrario, se realizan otros que nunca se pensaron.

 

Seguro que la Asociación ha encontrado un buen Vicepresidente 1º pero sobre todo los   murcianos tienen la suerte de tener una buena persona a la que recurrir en sus necesidades.

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