| Estoy leyendo a Machado.
¡Que gran fortuna la mía!
Me gusta su poesía.
y estoy feliz y encantado.
Encantado de la vida
me encuentro con su lectura,
pues sus poemas, sin duda,
denotan su maestría.
Maestría demostrada
en sus romances y coplas
y en sus perfectas estrofas,
por todo el mundo admiradas.
Admiradas porque expresan
multitud de sentimientos,
fruto de sus pensamientos,
que claramente confiesa.
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Confiesa en algunas coplas
su confianza o recelos,
que son un sentir del pueblo,
tan sincero, que emociona.
Emocionan sus poemas
a su tierra dedicados,
y en ellos nos ha narrado
sus encantos y bellezas.
Belleza inmensa encontramos
en sus coplas populares
y escuchando sus cantares,
ciertamente, disfrutamos.
Disfrutamos de lo lindo
con su gran obra poética,
tan completa y tan perfecta
que, ante ella, nos rendimos.
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Rendimos nuestro homenaje
de fervor y admiración,
que salen del corazón,
a tan genial personaje.
Genial escritor de historias,
con estilo inigualable
y sencillez admirable,
ya sea en verso o en prosa.
Su verso y prosa quisiera,
si Dios lo quiere, algún día,
armado con mi osadía,
imitarlos, si pudiera.
Vano imitarlos sería.
mas me puede la ilusión,
aunque sé que la emoción,
no me lo permitiría.
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