La palabra me la enseñó Paco Urruela, que fuera durante muchos años decorador de la Cajas del Sureste y Alicante Murcia. Magnífico dibujante, ilustrador y especialmente acuarelista, realizaba trabajos publicitarios, de ornamentación, los belenes de Navidad, escaparates…, pero cuando se le pedía hacer un cartel original para montar algún texto acudía a las tipografías prefabricadas de imprenta u otras soluciones… ”¡No soy pendolista!” exclamaba enfáticamente. Un tipo estupendo, maestro y compañero, de los que uno necesita cuando siendo un pipiolo aterriza en un espacio de veteranos con su bagaje de ilusiones e ideas, muchas extemporáneas.

     Lo he recordado, ahora, al leer un documento que hemos rescatado del túnel del tiempo. El documento es el trabajo de un auténtico pendolista y está realizado sobre quince grandes papeles de gran formato, escrito en una versión de letra gótica inglesa; unos cuasi pergaminos que a modo de Acta narran el acto de inauguración del edificio, hoy sede de la CAM, en la calle de San Fernando.

     Y nos informan de las personalidades que acudieron, de los parlamentos de los oradores y de las donaciones de carácter benéfico que se realizaron con motivo de tan fausta ocasión. Y está datado el dos de diciembre del año mil novecientos veintitrés…

     En la medida que se ha podido, se han restaurado en un proceso que ha durado varios meses y prácticamente puede leerse todo el texto. Ahora están instalados, para deleite de los curiosos, en el propio edificio, a cuatro pasos de la Asociación.

     ¡Por cierto, el pendolista firmó al pie! Y lo hizo como Juan Martínez Alberola …

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