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Vicente Esteve

   AL HABLA CON...
ANA BURGUI RODRIGO
(por Vicente Esteve)


El pasado 5 de mayo, José Mª Alonso, Pepe Barberá, Antonio Aura y Vicente Esteve nos desplazamos al domicilio de Ana para felicitarla por el premio literario obtenido por su trabajo titulado: “Quien quiera que seas”, en el apartado de cuentos o relatos del concurso del año 2009 de nuestro Boletín. Nos agradeció la visita y prometió asistir al acto en que se realizará su entrega, si le es posible. Tras la despedida del resto de compañeros me quedé con Ana para que nos contara muchas cosas y esto es lo que respondió a mis preguntas:

¿Quién te dio la noticia del premio y qué sensación tuviste?
- Me lo hizo saber Pepe Barberá a través de correo electrónico ya que el móvil lo tenía apagado. Imagínate mi sorpresa y mi alegría. El premio de esta revista es especial porque “su” gente es MUY especial para mí.

¿En qué te inspiras para tus relatos en general y en este premiado en particular?
- Te diré que la inspiración es muy variada. Unas veces es totalmente imaginativa y en otras ocasiones escribo desde un punto de vista personal sobre una realidad, como un abanico que se despliega. El premiado salió de una noticia que dio la tele sobre un autobús que circulaba por Barcelona con el anuncio: “Probablemente Dios no existe, vive la vida y no te preocupes.” Fue contrarrestado con otro en el que se leía: “Probablemente Dios existe, lleva cuidado y cumple lo que tengas que cumplir.” Hice el desarrollo de mi relato “al revés”, es decir, primero no lo tiene claro la protagonista, después recibe una señal de aviso y el desenlace final son los autobuses. La verdad es que me pareció original la estructura.

¿Desde cuándo escribes en el Boletín?
- En nuestro Boletín desde el año pasado pero mis escritos comenzaron en 1972, pues cuando más agobiada estaba entre estudios y trabajo, me relajaba escribiendo poesías que aún hoy conservo. Como empecé tan joven, tengo tanto que, en 2005 edité un libro que era una selección y recopilación de poesía y relatos para que no se perdieran. Últimamente no escribo poesía porque yo requiero una concentración total y absoluta, cosa que en estos momentos no tengo.

Ya me has dicho que tienes publicado un libro ¿y de premios cómo estamos?
- Efectivamente tengo un libro publicado del cual soy autora y editora -yo me lo guiso, yo me lo como-, y de premios… ahí están. Efectivamente me indica una vitrina y observo una hucha de barro con la inscripción: ACRECA 1989, 1er. Concurso Premio CUENTOS. A su lado una escultura de la Torre del Campello que pone: V Certamen de poesía y narrativa, año 2000, 1er. Premio Amudeca de Campello. Me aclara -Lo gané en narrativa. Junto a estos premios hay un “mentor” que la Universidad  Permanente de Alicante le entregó como reconocimiento a su labor docente en las tertulias literarias y sus escritos. Además, me dice, tengo otras muchas publicaciones en revistas no demasiado conocidas.

Vicente con Ana¿Qué otras cosas, además de escribir, ocupan tu tiempo?
- Actualmente mi vida ha dado un giro de 180 grados pues mi trabajo en la CAM lo compaginé durante 4 ó 5 años con programas en la radio “Onda blanca”, de Campello, donde tenía una tertulia literaria los sábados por la mañana y al abrir esta emisora en Alicante lo hacía también aquí los jueves por la noche. Pero desde que detectaron mi enfermedad lo tuve que dejar todo. Tengo dos vidas. En la de ahora la protagonista es la enfermedad  pues a partir de 2002 cambió mi vida. En sus inicios estuve trabajando hasta el 2005 pero a partir de este año ya no pude y me dieron la baja laboral definitiva. El tribunal médico de la seguridad social reconoció mi invalidez y desde entonces empezó la nueva etapa. Tuve que renunciar a muchas cosas incluso a algo tan sencillo como salir de casa pues hay semanas que dependiendo de cómo me encuentre lo hago una sola vez y porque tengo que comprar. A los que nos ha tocado, pues eso, nos ha tocado. Su nombre técnico es “esclerosis múltiple” y se sabe poco de esta enfermedad y de su recuperación aunque el cuerpo habla constantemente y hay que saber escucharlo. Se me produjo por desestabilización total del sistema nervioso y me afectó a brazos y piernas. Por casa me valgo de un andador y por la calle con una silla de motor.

¿Cómo transcurrió tu vida laboral?
- Puedes decir que he crecido en la Caja. Entré en 1972, con 18 años, y fui la primera azafata recepcionista de la calle San Fernando -la Central-. Me hizo las pruebas psicotécnicas Francisco Meléndez y mi primer jefe fue Francisco Bernabéu en Obra Social. Me preparé para auxiliar administrativo y, al superarlo, pasé al departamento de Ahorro con Juan Sanchis, de allí a la oficina de la calle Sevilla y luego a la dirección de Zona de Alicante en la Rambla. Estuve 12 años en Agua Amarga como secretaria de dirección con Manolo Berná ¡qué época! , ¿te acuerdas Vicente? De allí a Mercado de Capitales con Antonio Juan, al cual propusieron pasar a la empresa participada Gesamed y nos llevó a todo el equipo. Aquí ya me detectaron la enfermedad y después de un traslado, como cada vez estaba peor, Ángel Aznar de Personal me propuso el traslado de la 4ª planta a Atención al Cliente que estaba en la 1ª donde estuve casi dos años hasta mi baja definitiva.

Y de tu vida familiar ¿qué nos quieres contar?
- Pues que soy alicantina y que no tengo ningún inconveniente en decir que nací en 1955 (Yo no te lo he preguntado, ¡eh!). Soy viuda con tres hijos emancipados, dos chicos y una chica. Tengo un nieto del hijo mayor. Con mis padres fallecidos, me queda mi hermana; como ves una familia muy cortita. Estudié BUP y ya trabajando en la Caja empecé la carrera de Psicología por la UNED, pero no la acabé por falta de tiempo.

¿Nos cuentas tus proyectos y deseos?
- Pues claro, pero mi enfermedad progresiva, degenerativa y crónica marca mis proyectos y al depender de una silla de ruedas hay miles de obstáculos insalvables, pues aunque se ha hecho algo para mejorar nuestra calidad de vida todavía faltan muchas cosas. Me encantaría… que la enfermedad evolucione lo más lentamente posible, ese es mi deseo. El hecho de escribir para el Boletín me ha devuelto parte de la ilusión.

¿Por qué crees que las mujeres son más reacias a ser entrevistadas? Te lo digo por mi propia experiencia. Diles algo para animarlas:
- La verdad es que me resulta novedoso su rechazo ¡se pasa un rato tan agradable! El hablar de tu paso por la Caja, sacar tus recuerdos, amistades, es muy bonito el recordarlo y a la vez alentador. No puedo entender que no acepten tu invitación, no sé. Tenéis que animaros, sobre todo en este entorno tan privilegiado en que muchas nos conocemos hace más de 30 años y reflejarlo en el Boletín ¿cómo no vamos a tener cosas que contar? Hemos aprendido juntas y lo que no quieras que salga… pues no lo cuentes. Tan sencillo como eso.

Gracias Ana por echarme un cable. Y ya que hablamos de mujeres ¿te gusta la cocina? ¿Cuál es tu plato favorito?
- Me gusta y he hecho cantidad de cosas. Ahora no puedo y es otra de las cosas a las que he tenido que renunciar. Todavía guardo recetas de las que podíamos encajar en el libro de “las recetas de la abuela”. Mi plato favorito son los arroces alicantinos en todas sus variedades, marinero, con bogavante, con magro, con verduras… mejor que la paella valenciana que sale más blanda.

¿Cuales son tus aficiones actuales?
- Te respondo: ¿qué es una afición? Yo no lo tengo muy claro. ¿Es algo que te gusta mucho, algo que quieres hacer y no puedes? ¿Es lo que más te gustaría hacer? No sé definirlo y en mi terreno cambiante se piensa de otra manera. Si lo entendemos como lo que más me gusta, te diré: poder ponerme de pie y no caerme.

Última pregunta ¿conoces la Asociación Voluntarios CAM?
- Sí aunque no conozco toda su labor. Pero sería muy interesante que un grupo de ellos se preocuparan de los compañeros CAM con dificultades para ayudarnos en actividades que solamente con Voluntarios a nuestro lado podríamos hacer, como por ejemplo visitar museos, asistir a cines, teatros, conciertos, exposiciones, etc.

Queda lanzado el reto y el mensaje. Gracias Ana por tu entereza y por el buen rato que me has hecho pasar a tu lado. Hasta pronto.

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