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CELEBRACIÓN DEL LXXXVI DIA UNIVERSAL DEL AHORRO
(por Carmelo Parrilla)


     El pasado día 22 de Noviembre, como cada año desde su fundación, JubiCAM ha celebrado el Día Universal del Ahorro. Este año 2010 la ciudad elegida ha sido Caravaca de la Cruz, por  coincidir con el Año Santo Jubilar de la Vera Cruz.

     Los actos reunieron a más de 320 asociados, por lo que para su traslado fue necesario contratar 6 autocares. Otros muchos compañeros, por proximidad a sus domicilios, prefirieron desplazarse en sus coches. Invitados por JubiCAM también asistieron altos cargos de nuestra Entidad.

     La Cruz de Caravaca es un “Lignum Crucis”, es decir, un leño (pequeña parte) de la Cruz en que Jesucristo fue crucificado. Realmente se compone de tres astillas que están recogidas dentro de un relicario de doble brazo horizontal.

     Narra la leyenda que allá por el siglo XIII, corría el año 1232 y reinando Fernando III El Santo en Castilla y León  y Jaime I en Aragón, el reino taifa de Murcia estaba regido por Ibn-Hud, que se había rebelado contra los almohades y dominaba gran parte de Al-Andalus.

     Era el día 3 de mayo y estando en la fortaleza de Caravaca el sayid Zeit Abuzeit, interrogó al sacerdote Ginés Pérez Chirinos, venido de Cuenca y prisionero por predicar el evangelio, sobre su oficio, y éste le contestó que era el de celebrar la misa.

     Esta profesión despertó la curiosidad del musulmán, el cual dispuso lo necesario para celebrar este acto litúrgico. El sacerdote dijo entonces que no podía celebrar misa por faltar en el altar un crucifijo, y fue en ese momento cuando, por la ventana del salón, entraron dos ángeles transportando una cruz que depositaron en el altar, y así se pudo continuar la Santa Misa. Ante esta maravillosa aparición el sayid y toda su corte se bautizaron y convirtieron al cristianismo.

     Según la tradición la Santísima y Vera Cruz se encuentra en Caravaca, ciudad situada al noroeste de la provincia de Murcia y con una población actual de unos 26.000 habitantes, desde el siglo XIII. Se trata de una cruz oriental, perteneciente al Patriarca de Jerusalén, y se encuentra en este Santuario desde 1232.

     Debido a la devoción que se le profesa desde hace casi ochocientos años, en 1998 la Santa Sede concedió al Santuario un Año Santo con carácter perpetuo a realizar cada siete años, celebrándose por primera vez en el año 2003. De este modo se ha convertido en una de las pocas ciudades del mundo que poseen este privilegio, junto a Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana.

     Siguiendo la tradición nos congregamos en la Iglesia Parroquial de El Salvador, joya del renacimiento murciano edificada entre los siglos XVI y XVII, en donde se oró por el Sumo Pontífice, y desde allí, en peregrinación, nos desplazamos a la Basílica-Santuario de la Santísima Vera Cruz, del siglo XVII, de clara influencia herreriana, destacando su espléndida fachada barroca, en donde, para conseguir el Jubileo (Indulgencia Plenaria) otorgado por la Santa Sede, asistimos a la Santa Misa.

     Después de la misma nos volvimos a reunir en la Sala Capitular de la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima Vera Cruz, a la que en el siglo XVII  se le asignó por el Vaticano el culto de “Latría” equivalente al tributado al Santísimo Sacramento, en donde D. José Luís Castillo Guerrero, Hermano Mayor de la Real e Ilustre Cofradía de La Santísima y Vera Cruz, nos explicó los antecedentes de la Vera Cruz de Caravaca, así como su historia desde el momento de su aparición, como símbolo y su posterior tradición, terminando con la proyección de un vídeo.

     A continuación tuvimos un rato de tiempo libre para disfrutar de la maravillosa mañana, paseando por el centro de la ciudad o tomando un refresco, al sol, en una de las terrazas de la Plaza del Ayuntamiento, y dando un paseo, a las 14,30 horas nos volvimos a encontrar en el restaurante elegido para el almuerzo, al que asistieron diversas personalidades.

     La comida, estupenda, bien servida y en un magnífico ambiente de cordialidad y camaradería, sirvió para saludar a “viejos compañeros” (bueno, dejémoslo en antiguos) y amigos, así como para recordar con nostalgia y alegría los momentos de nuestro paso por CAM.

     Al término de la misma tuvimos la actuación del Grupo CAMTARES, los actos protocolarios a los que hacía referencia nuestro Presidente en la 1ª página del Boletín anterior, y el tradicional sorteo de regalos con baile incluido.

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